Por Jorge Armando Rodríguez Avella
Se avecina la enésima+1 reforma tributaria estructural para, según repiten, sanear las finanzas nacionales. Son las mismas razones para lograr una mayor equidad, incentivar las empresas para la generación de empleos, y algo insólito: “pagar más impuestos tiene que reflejarse en resultados de la Dian en la lucha contra la corrupción”, según opiniones de ‘expertos’.
El ministro Carrasquilla nos conmueve, hasta el llanto, cuando nos convoca a todos a contribuir ´un poquito´ para el desarrollo del país. Tan solidario y patriota, como cuando en 2005, su gobierno de entonces, (Uribe / Carrasquilla) decretó una bonificación anual de cuatro meses de salario para los altos funcionarios mientras declaraba que el salario mínimo es “ridículamente alto” y suprimía una mesada para los pensionados.
Sabemos de sus intenciones de ampliar la base tributaria con quienes devengan un millón 950 mil pesos, es decir millones 23 millones 400 mil pesos anuales. Es así como siempre se ha comportado la oligarquía colombiana durante estos 200 últimos años, heredera sin par del vasallaje español: abyecta con el poderoso y miserable con sus connacionales de menores ingresos.
Sabemos de sus intenciones de reducir los ingresos de los pensionados que, seguramente, afectará en mayor número a los de menores ingresos: maestros, ex funcionarios, militares de baja graduación, ex trabajadores independientes, en fin todos aquellos que le aportaron verdaderamente a la construcción económica del país.
Sabemos de sus intenciones gravar con IVA más productos de la canasta familiar y que la moral del ministro está inclinada hacia los grandes. Esa actitud ni es buena ni es mala en sí, el inconveniente es que Carrasquilla es responsable de las finanzas de todos los colombianos y no debe disponer del recaudo de los impuestos para favorecer a sus amigos. Exenciones para los poderosos, mientras nos clava al resto de ciudadanos.
Es el mismo cuento de siempre, la oligarquía colombiana opera de la misma manera como sus predecesores de la Colonia: gravar con impuestos a los súbditos, robarles lo que producen, mientras los terratenientes amplían más sus propiedades para especular con ellas. Ni siquiera tienen una visión capitalista moderna de la sociedad, llegan escasamente al medioevo; utilizan el celular y la informática como lo hubiera hecho Tomás de Torquemada hacia la segunda mistad del siglo XV: espiar, criminalizar y ejecutar…