OJO CON ESA LENGUA


A propósito del Día del Idioma

¿CÓMO DIJO?

Por: Rafael Mejía

Hablar bien y escribir mejor tiene sus ‘bemoles’. Cuando la embarramos en una publicación escrita podemos culpar al digitador, al diagramador, al clima, a José Obdulio, etc. Pero cuando el asunto es ‘en vivo y en directo’, la cuestión puede llegar hasta el sonrojo, así que agarresen de atrás.

Ahí, atrasito está la primera atrocidad: No se deben pluralizar los enclíticos “se”, “me” o “le”. Se pluraliza el verbo. Así, lo correcto es pronunciar agárren-se, hágan-se, dígan-le, óigan-me. Lo del ayudante que grita ‘córrasen pa’tras, ya huele a puro mico, gas.

Otras curiosidades como de reinado: ‘La calor’, sustantivo masculino que debe utilizar artículos del mismo género: El calor está excesivo, un calor tremendo. ¿Y qué me dicen de los que ahora sí ‘distinguen’ al Alcalde? Ojo: Distinguir no es sinónimo de conocer. Significa diferenciar, sobresalir. Conocer a alguien no representa que se haga al milímetro, como la palma de la mano. ¿Se imaginan al Burro Mocho cantando “♪♪ Yo distingo a Claudia, yo distingo a Claudia…♪♪?  Tampoco se le ocurra comprar gotas para ‘las vistas’… Llorará de vergüenza por un buen tiempo. El ‘algotros’ se da hasta en las mejores familias: Digamos algunos otros, algún otro.

¿Cómo no evocar aquí a quien tras 40 años de combinación de todas las forma de lucha, por fin tiró la toalla? Recordado por lo anterior y por ser fuente de inspiración para este tipo de artículos: “Es que a yo me interesa que haiga paz”. El pronombre yo, como nominativo, designa a la primera persona singular. Como dativo se reemplaza por (tildado) en cualquiera de sus funciones: Por no hay problema; a me parece…, viene hacia … En cuanto al haiga, la sola formita lo dice.

Como ven, hay barbarismos y barbaridades. Barbarismo es, también, la incorporación, a las malas, de vocablos extranjeros. Da caché pero uno queda como un cacho. Veamos estas joyas: Accesar (ésta no se la traga ni Word) en lugar de acceder; cliquear por pulsar, linkear por enlazar, unir mediante acceso informático.

Hay barbaridades que se dicen por chicanear, creando verbos a partir de sustantivos: Direccionar por orientar o recepcionar por recibir. Sisbenizar está fuera de concurso. Y la última de los genios del Instituto Merani: Prosumidor, engendro compuesto por el cruce abusivo de los decentísimos vocablos productor y consumidor. Así llaman dizque a quienes consumimos y producimos alguna vaina vía internet.

Otras salvajadas: El ‘dentren’. Existe ‘dentro’ como preposición de posición (Vargas Lleras estuvo dentro de la rosca), o temporal (dentro de 20 años tendremos como Presidente a Tom o a Jerry –mal chiste pero cierto-). No existe  dentrar; para esos menesteres está entrar.  Y un esperpento que es todo un insulto para el oído: Darse de cuenta. Uno se da cuenta de… Pero ¿…de cuenta? Horror.

Por último, hasta el día del juicio final y diez días más, no se les ocurra hacer el favor y… Siempre hagan el favor de… Creo que esa barbaridad se llevó a la tumba al maestro Arturo Avella.

Hasta aquí llegué. Háganme el favor DE pasarla bien.

LEA OTROS ARTÍCULOS EN NUESTRA PESTAÑA inicio

3 comentarios el “OJO CON ESA LENGUA

  1. hola so gediondo.Pá que se pone a arregolverarse el tuste no ve que la moima se le tupe a uno?. no sia muergano con tanda palabra. yo ando conjundio con tanta palbreja que uno no sabe que quiere decir cuando mianta unas palabras como: guevo, polvo, arrechera, garrotillo, guayola, jusinete, carade haba, violinaso. menos mal que pa evitar garlar y escribir se inventaron los mimos a si cuando cumpan su labor les cojan los huevos.

Replica a dario Cancelar la respuesta